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Me duele decir esto, pero creo que Airbag se han acomodado. La banda malagueña fue una de las primeras bandas que empecé a escuchar cuando tenía 13 o 14 años. Sus letras siempre me han acompañado en los momentos más ”looser” de mi vida. El problema es que ese chico de 13 años ha crecido y con este nuevo disco no ha conseguido conectar. El grupo sigue igual que siempre, letras sobre el desamor y sobre hacerse mayor, de protagonistas chicos normales, que no destacan ni pasan desapercibidos. La fórmula es la misma y eso, para muchos, será una virtud y para otros, como yo, hace de este disco una recopilación de canciones un tanto descafeinadas.
No quiero decir con esto que no sean buenas canciones, porque, en realidad, sí que lo son. Bajo mi punto de vista creo que lo que falta aquí es más garra, un toque más punk. Claramente, quien ha seguido la pista a la banda todos estos años sabe perfectamente que desde 2011 han preferido quedarse en el power pop más pegadizo y menos estridente, pero, que narices, se echa de menos discos como ¿Quién mató a Airbag? o Ensamble cohetes. En el caso de las letras, es cierto que han arriesgado bastante en algún tema como El centro del mundo, que a más de uno le habrá podido escocer al escucharlo y muchos otros estarán de acuerdo con el mensaje que transmite la canción, aunque no creo que sea la canción que conecte con su público más joven, para que engañarnos. Aunque conociendo al grupo tengo claro que no les importa lo más mínimo y eso les honra por la honestidad y sinceridad que han demostrado siempre.
Seguramente, al entrar en el sello Sonido Muchacho, en el que ya están bandas como Carolina Durante, La Plata y, ahora, sus admirados y siempre referenciados, Los Nikis, comiencen a atraer a más público de lo que hicieron antaño. Al fin y al cabo, todos sabemos que Airbag, han pasado casi desapercibidos en la escena nacional.
El título del disco está claro, y es que, al citar las bandas anteriores, podemos comprobar que la escena musical en España está cambiando. El indie está muriendo, según dicen, pero… ¿acaso existió como tal ese género en este país? Yo siempre diré que sí, pero duró muy poco, con los primeros discos de Lori Meyers o Los Planetas. Al tiempo se mantuvo el término indie para muchas bandas tras la explotación de estas en la mayoría de festivales del país. Estamos en un punto, a nivel musical, muy rico ya que las etiquetas poco a poco van desapareciendo y la mayoría de artistas y bandas se están juntando sin problema alguno, véase el último disco de Novedades Carminha, del que ya os hablaré próximamente.
En resumen, si siempre te ha gustado la banda este disco te gustará seguro. Ya que tiene canciones que se te quedan en la memoria como Eleven y Mike, haciendo referencia a una de las series más aclamadas de estos últimos años, que es Stranger Things, la cual le habrá venido bien para ser la serie sustituta de la mítica película de los ochenta, Los Goonies. Esta canción es mi favorita de todo el álbum. También nos encontramos con temas como Koi No Koyan, que recuerda a los Weezer de aquel Green Album tan simpático de principios de los 2000 o Cita en Honoluluen el que se notan esas influencias surferas que siempre han tenido directas de bandas como The Beach Boys.
A pesar de no haber conectado con el disco, siempre es una alegría que bandas como esta sigan sacando material y más esta, que han cumplido 20 años de carrera, que se dice pronto.