File download is hosted on Megaupload
Me duele tener que especificar esto, pero por todos es sabido que el fenómeno fan a veces hace más mal que bien y el estar en contra de lo nuevo de un grupo tan amado como lo es MUSE puede traernos más insultos que halagos, así que…
Recalco que todo lo escrito aquí es subjetivo, reflexionaré sobre mi relación con MUSE y sus últimos temas, por supuesto que no tengo la verdad absoluta, ni quiero tenerla, así que avisado queda.
Ahora, vamos directos al grano.
Mi pasado con MUSE: Absolution, conciertos y la decadencia.
MUSE es de esos grupos que se conocen en la adolescencia y, si lo hacen bien, te agarran fuerte y te acompañan toda la vida.
Conocí a MUSE con The Resistance, gracias a la famosísima canción Uprising e investigué sobre el grupo a fondo. Origin of Symmetry y Black Holes and Revelations me llamaron la atención, pero Absolution consiguió enamorarme, con ese toque más oscuro, esos sintetizadores, la increíble Hysteria… es el disco en el que pienso cuando alguien menciona a MUSE y el que, para mí, es el reflejo de todo lo potente que puede ser la banda.
Así pues, y tras muchos años siendo fan, me tragué un viaje de 12 horas ida y 12 horas vuelta en tren para ver a MUSE en el Bilbao BBK Live de 2015, un conciertazo en el que presentaban un disco que, si bien me gustaba, no me parecía para nada algo digno de su top 3, Drones.
Un año después y por cosas de la vida, volví a presenciar un concierto de los británicos, esta vez en el FIB de Benicàssim.
No soy el único que piensa que fue un concierto bastante regulero… tirando a malo. Un setlist quizá no muy acertado acompañado de descuidos por parte de Matthew Bellamy, quizá culpa del alcohol, se olvidaba la letra, por momentos no entraba a tiempo en las canciones y parecían ir a la ley del mínimo esfuerzo, llenando sólo hora y media de las dos horas que les brindó el festival.
Digamos que ese directo hizo que me “enfadara” con MUSE, aunque cosas como The 2nd Law o el poco inspirado Drones habían conseguido que pensara que pareciera que el trío ya no intentaba innovar, el verlos faltando de cierta forma el respeto a su audiencia me hizo mirar con mil ojos a una banda que antes le perdonaba todo, como si mi amor adolescente fuera.
Entonces… llegó la nueva música.
Lo nuevo de MUSE o cómo desperdiciar a músicos con talento
Es que lo que me da más rabia de MUSE es que, joder, tienen talento.
Es imposible negar que Matt Bellamy, Chris Wolstenholme y Dom Howard son unos virtuosos de sus respectivos instrumentos y Bellamy, de hecho, ha conseguido incluso posicionarse como vocalista respetado, aún cuando su punto fuerte es la guitarra.
Pero… ¿en qué se aprovechan en sus nuevas canciones?
Dig Down me parece directamente floja, un intento de repetir el éxito mainstream que tuvo Madness pero insípido y mucho menos inspirado, una canción que pasará sin pena ni gloria y que en los conciertos se cantará por ser machacona, pero la gente no la querrá en sus setlists.
The Dark Side, aunque mejor hecha, recuerda vagamente a tiempos pasados (que, en el caso de esta banda, fueron mejores) sigue siendo como una versión descafeinada de cualquier canción que pudiera haber sacado el trío británico hace unos años. No es mala, tampoco es excepcionalmente buena, es normalita, algo que incluso me alegró porque…
Something Human es, directamente, una vergüenza, si querían experimentar con un sonido pop veraniego, lo han hecho mal. Fatal. No suena a ellos. No suena a buen pop. No es pegadiza. No tiene nada. ¿Y cómo será en directo? Posiblemente aburrida, seguramente salvada por el siempre excelente juego de luces y pantallas del grupo, pero, de base, es posiblemente lo peor que ha sacado MUSE nunca (ahí ahí está con el meme que ya es Save Me).
Además, notaréis que no he hablado hasta ahora de Thought Contagion. Bien. Me parece una canción bastante buena. En ese tema SÍ los noto inspirados, tiene momentos instrumentales únicos, apunta a tener un potente directo, es más pegadiza de lo que a primera vista parece y tiene unos momentos corales impresionantes, además de un solo espectacular. Se salva. Una de cuatro. Para echarse a llorar.
Y la pregunta es ¿escucharé Simulation Theory cuando salga? Pues… no lo sé. Tengo discos atrasados de este 2018 que me gustaría escuchar y me parecen, de base, bastante más interesantes, por ejemplo:
Is This Thing Cursed?, de Alkaline Trio.
Kamikaze, el disco “sorpresa” de Eminem.
Identity Crisis, de WSTR.
Y muchos más que están por venir. Es una pena, hace unos años, MUSE habrían estado entre mis prioridades del año, ahora… sólo son un disco más.
Espero, de corazón, que saquen un discazo y me cierren la boca… pero la cosa no pinta bien.
Para nada bien.