Esta misma semana, Black Peaks, uno de los grupos de rock que más está dando que hablar, aterrizan en nuestro país para presentarnos su nuevo disco, All That Dives. Este sábado los tendremos en Razzmatazz, Barcelona y el domingo en la sala Moby Dick en Madrid.

Los de Brighton apuntan a ser una de las bandas más respetadas y aclamadas de una nueva etapa del post-hardcore y tiene razón de ser. Comparados con bandas como Mastodon y System of a Down, el cuarteto fluctúa entre el post-hardcore gritón de la escena de los 2000, liderada por los antiguos Thrice y Alexisonfire, el post-rock ambiental, y alguna pincelada de metal que aporta un punto de locura.

Sus canciones están repletas de diferentes dinámicas, con riffs y espacios etéreos, que se mezclan con la rabia contenida del hardcore punk. Es por eso que pensamos que es imprescindible el acudir a estos conciertos si eres amante de esta música, que además de ser energética y bailable, tiene un punto de complejidad, haciéndola atractiva a oídos exigentes.

Por ello vamos a dar un repaso de cinco piezas que nos encantaría que tocasen en estas fechas:

The Midnight Sun

Sacada de su último elepé, The Midnight Sun es una perfecta carta de presentación. Con sonoridades orientales, se decide por una cara más atmosférica, sin dejar la contundencia que nos vuela la cabeza. El puente es una delicia sucesión de arpeggios que se arrastra hacia la profundidad del vacío, es aquí donde el track se vuelve desbordante y atrevido, siendo una bomba de relojería. Perfecta para dejar que todos nuestros pensamientos fluyan. El breakdown del final para los pogos.

Can’t Sleep

No nos movemos de disco, pero esta vez optamos por el single. Can’t Sleep fue el primer adelanto que recibimos de All That Divides y fue un grandísimo acierto. Desde luego, más solemne que la anterior, no deja de lado ese exotismo de tierras lejanas, que nos transporta lejos para no volver. Esta, por supuesto, es más contenida melódicamente, y eso la convierte en una de las más coreables y pegadizas. Aunque siempre hay sitio para explotar ¡Qué buenos esos screamings!

Glass Built Castles

Más hardcore, más punk, más Refused. Un salto hacia su Statues (2016) es un giro sustancial a la adrenalina. A pesar de que cuenta con entornos reposados con claros tintes a lo Deftones, es una bola de demolición que acaba con todo a nuestro alrededor. El timbre de Will Gardner se funde con la densidad instrumental, que juega metálicamente con las guitarras y la batería. A ratos más bailable, otras veces se vuelve verdaremante siniestra, una marca que está patente en casi todas sus canciones. No podemos esperar a presenciar la magnitud de estos gigantes en vivo.

Across The Great Divide

Y casi acabando no nos olvidamos de otro precioso track de su último producto. Una mirada más melancólica y lánguida, que nos serviría para tomar oxígeno entre las más cañeras. Esta travesía baila libremente entre el post-rock y post-hardcore de ojos stoners. Marca perfectamente su marcha con una cortante percusión que nos conduce hasta un final más encolerizado y bruto, para de nuevo caer en la delicadeza.

Crooks

Para finalizar nos queda una composición excelente, de alguna forma causante, del éxito de los ingleses. Un derroche de electricidad que se cuela por todos nuestros poros haciéndonos perder el control. Un candidato a ser la mayor tempestad en los conciertos, que se recrea en su fuerza, pero que deja atados unos buenos cimientos post-punk, oscuros y magnéticos. Una perfecta pieza que creemos que es imprescindible y que puede poner la guinda a una noche repleta de buena música.

Sabemos que nos dejamos muchas fuera, pero están son sin duda, fragmentos claves en su discografía, y esperamos poder vivirlas este fin de semana. Así que ya sabéis, es una ocasión que no podéis perderos, porque además tocan con los impresionantes Tusky y The Prestige.