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Efecto Pasillo, en su show de timbales. Foto: Jordi Laguía
El fresco del mar acariciaba mi cara, sonriente, ilusionado, porque por primera vez en mi vida, iba a un concierto con mi cámara, con una acreditación bajo el brazo y con muchas ganas de trabajar como periodista en dos conciertos pop que pretendían alegrar la noche de Alicante, que celebraba la salida de la Volvo Ocean Race.
Después de una nutritiva cena (un menú de 3 euros de una famosa hamburguesería) y de recoger nuestra pulsera que nos acreditaba como prensa/VIPs del Music Village Alicante, emprendimos el rumbo hacia el foso cerca del escenario, donde ya empezaban a sonar los primeros momentos del concierto de Carlos Marco.
CARLOS MARCO, POP, ELECTRÓNICA Y EL AESTHETIC.
Carlos Marco durante su show en el Music Village Alicante. Foto: Jordi Laguía
Vale, sí, voy a admitirlo, nunca me ha gustado Auryn, soy consciente del éxito que la boyband tuvo en nuestro país, pero vivían en la misma época que mis queridos One Direction y no tenía tiempo para más bandas de chicos guapos y música pop.
Bromas aparte, podría decir que el concierto de Carlos Marco fue mi primer contacto con la música que el alicantino estaba trabajando y fue una más que grata sorpresa.
Carlos Marco dio un concierto que, incluso, se me hizo corto, en el que no sólo hizo repaso de los principales temas de su disco debut, Chalk Dreams, si no que también se dio a sus fans algunas canciones de su ex-grupo, Auryn, y algunas covers de grandes artistas, como Photograph, de Ed Sheeran o There’s Nothing Holding Me Back, de Shawn Mendes, a las que hizo mucha justicia y consiguió mover al público que, como yo, no estaba tan al tanto de la música del alicantino.
Carlos Marco. Foto: Jordi Laguía
¿Que cómo es la música de Carlos Marco en directo? Podríamos decir que es muy interesante de oír, el joven da rienda suelta a su voz, que tiene buena técnica, sobre todo en cuanto a falsetes se trata, y dota a canciones como Sugar o Summer Something de una gran energía con sus bailes (cuenta con bailarines profesionales de fondo) y su actuación en el escenario, además, la estética de Carlos Marco era muy cuidada, tanto la vestimenta de los bailarines, como la suya propia, la pantalla de fondo o el sacar una silla y sentarse en las canciones más sentimentales hacen ver que Carlos controla a la perfección el lenguaje no verbal, algo que, de verdad, se aprecia mucho en la mayoría de los conciertos.
Carlos no dudó tampoco en dejarle unas bonitas palabras a su ciudad, además de añadir que él al terminar el show se iba de fiesta al “barrio” (el lugar con más pubs por metros cuadrados de Alicante) y marcharse, dejando un buen sabor de boca a gente que no le conocía y alguna lagrimilla a unos y unas jóvenes fans acérrimos que se dejaron las gargantas en primera fila.
EFECTO PASILLO, UN GRUPO DE DIRECTO
Efecto Pasillo en el Music Village Alicante. Foto: Jordi Laguía
Tras el concierto de Carlos Marco, decidimos pasearnos por el recinto, ir al baño y esperar sentados un rato hasta que Efecto Pasillo, el plato fuerte de la noche, salieran a reventar el escenario.
Después de algunas canciones puestas por radiofonía, incluyendo un par de Bruno Mars, Efecto Pasillo salieron al escenario y… son muy buenos.
Los primeros acordes de Para Toda Mi Gente, parte del disco que daba nombre a la gira, Tiembla la Tierra, ya puso a todo Alicante a bailar y saltar, con buen rollo y animando a la gente a darse al placer de la danza y de la sangre caliente, Efecto Pasillo no pararon quietos ni un momento, la energía no cesaba y hasta el más tímido movía la cadera bajo el influjo de su música. Sólo necesitaron una canción y ya tenían a todo el público comiendo de su mano.
Iván, cantante de Efecto Pasillo, dándose un baño de masas. Foto: Jordi Laguía
Los canarios llegaban a Alicante en un momento de su gira un tanto extraño, podríamos decir que venían en el final de Tiembla la Tierra, su penúltimo disco de estudio, pero el CD Barrio Las Banderas ya estaba disponible, así que el público también esperaba algo de ese disco, por supuesto, Efecto Pasillo lo dio, enseñó al Puerto de Alicante pequeñas píldoras de canciones como Carita de Buena, No hay nadie en el mundo como ella (que sonaba espectacular) y Las Banderas, por ejemplo, pero prometieron que satisfacerían nuestra hambre de oír más del último disco en otro concierto futuro en “la terreta”.
Aún tocando “solo” canciones de sus 3 primeros discos, Efecto Pasillo dio un recital musical, demostrando lo que ellos mismos dicen, y es que son un “grupo de directo”, la energía, el cantante, Iván, no podía estarse quieto, y canciones como Tiembla la Tierra (en la que el grupo sacó una gran tompreta con una bandera de la banda mientras que los cañones de humo no paraban), No Importa que Llueva, Pequeña y Negra (el momento reggaeton y perreo del concierto, donde el batería no dudó en dar un show que levantó risas y silbidos en el público) fueron geniales para los fans, que tuvieron los pies doloridos cuando acabó el concierto y aprendieron a bailar un buen Funketón.
Enseñando el baile del Funketón al público alicantino. Foto: Jordi Laguía.
¿Qué podemos decir de Efecto Pasillo y sus conciertos? Sin duda lo que más se puede destacar es su amor hacia su público, no paraban de hablar, interactuar con ellos, buscar formas de que no se aburrieran, ya fuera con el show en vivo (humo, trompetas enormes, timbales), con algunos discursos totalmente buenrolleros (como a nosotros nos gusta) o, incluso, bajándose al público mientras sonaba Cuando me siento bien, algo que provocó la histeria de muchos fans, que, aún así, fueron totalmente respetuosos con Iván, cantante de Efecto Pasillo, que agradeció tener un público tan genial, en numerosas ocasiones.
Con la canción más coreada y bailada, Pan y Mantequilla, Efecto Pasillo se despidieron del Puerto de Alicante, tras dar un gran concierto de funky, pop y buen rollo, con unos fans contentos y un periodista encantado de haberse estrenado en la fotografía con ellos.
Y con muchas ganas de repetir.
