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La Nau, un mítico local de salas de ensayo, ha empezado a abrir su escenario a conciertos recientemente, y el pasado sábado 17 de Febrero pude ir a echar un vistazo por primera vez con motivo de la presentación de Lost Gecko el álbum debut homónimo de la banda barcelonesa que prometía ser una gran noche, por un módico precio.
Si hay algo que hemos dicho por aquí siempre, es que Barcelona tiene una gran calidad de bandas emergentes, y, precisamente, en noches como esta se demuestra la capacidad de estas bandas “pequeñas” que suenan como gigantes. Ese es el caso de Lost Gecko, un grupo que lleva haciendo las cosas extremadamente bien en el poco tiempo que llevan en activo, con un disco auto editado pero que suena totalmente profesional y un gran trabajo en redes y en los medios. Un álbum de 10 canciones que desde ya apunta bien alto a ser de los mejores trabajos nacionales de 2018, un trabajo con un funky rock adictivo, melodías estupendamente construidas, un sonido que fusiona lo clásico con lo actual y un compendio de canciones muy sólidas, cosa que se busca en cualquier álbum de calidad.
La noche empezó con Mad Cartridge, una banda que ya conocíamos y recomendamos en un Panorama Musical. Sin duda la banda cumplió, sobre todo teniendo en cuenta que fueron un sustituto con poca antelación de Magic Carpets, que, lastimosamente, tuvieron que cancelar su presencia.
Mad Cartridge se enfrentaron al precipitado bolo y a un público reducido con bastante solvencia. Creo que en otro ambiente hubieran sonado mucho mejor de lo que sonaron, y con algo más de energía, como sabemos que pueden sonar escuchándolos en álbum, pero todos nos podemos imaginar que no es lo mismo tocar como cabeza en una sala llena que ser el primer telonero bien pronto. En definitiva, un agradable concierto que empezó a calentar la sala.
Entrada la noche subieron al escenario Side Chick, un grupo aparentemente pequeño, haciendo gala de un estilismo exagerado, con un toque de glam y una presencia muy carismática, ya desde el primer momento. Podemos decir que Maïa, Scarlett y Eduardo nos volaron la cabeza desde el segundo 0.
Side Chick es un proyecto nuevo de 3 músicos con talento mayúsculo que viven, respiran y desprenden rock ‘n’ roll. Sorprendido me he quedado cuando he visto que en su página se describen como un trío de high voltage pop punk. Yo describiría su música como un punk con un toque del sonido garage y cierta sensibilidad melódica, todo mezclado en una batidora con la mayor pura energía y estilo. Como dijo Dave Grohl: “si entras en un club y ves a un grupo que te deja hipnotizado, vas a seguir a esa banda“, y con Side Chick no puede cumplirse más esa regla. Id a verles. Ya.
Después de esta gran introducción, había llegado el momento. Lost Gecko salía al escenario entonando Freaking Out, una gran elección para dar a probar un trozo de lo que iba a ser el concierto en su totalidad. Con su groove y las dotadas voces de Diego Morera y Marcel Magem, armonizando con una facilidad pasmosa, ya hacían cabecear y bailar a la gente.
Con los singles You e Into Ashes proseguía el concierto, en una faceta más tranquila, pero, sorprendentemente, sin perder una personalidad muy marcada que les favorece mucho. No faltaron tampoco versiones como Footsteps in the Dark de Isley Brothers, Ciudad de la Fuga de Soda Stereo, D is for Dangerous o Red House de Arctic Monkeys y Jimi Hendrix respectivamente.
Lost Gecko suenan excesivamente bien en directo. Es como si estuvieran directamente masterizados al instante. Suenan tan excesivamente limpios y coordinados que el único fallito que saqué la última vez que les vi fue que les faltaba algo de esa personalidad del directo, esa energía y suciedad que desprende el escenario. Esta segunda vez, hasta eso no fallaba, han encontrado un equilibrio muy bueno entre la técnica y la energía del directo. El concierto de La Nau parecía ser un concierto muy trabajado y muy esperado por ellos: el regreso al primer lugar donde tocaron, presentando su primer álbum… Eso se dejó ver muy claramente en los largos interludios y solos entre canciones, muy ensayados y que sonaron excepcionalmente bien, a lo que también se sumó la buena acústica de la sala.
Con temas como Tonight, County City, (al estilo Red Hot Chili Peppers) Don’t Wait y Groove Train el concierto iba subiendo de intensidad, como tienen que ser las buenas setlist. En este tramo destaco la lucidez de Dylan Nuzum, un baterista muy a seguir, las líneas del bajo de Oscar Palomero y el toque distintivo de Víctor Arias, con un teclado bien arreglado y que hace lo justo para elevar las canciones a otro nivel.
El final, por lástima, llegaba con A Good Thing is Worth Waiting For, conclusión de su álbum, que tocaron íntegramente. Pocas pegas se le pueden poner al directo de Lost Gecko, es cierto que escribo con la intención de que os paséis a verles en cualquier concierto que den, pero intento ser lo más sincero posible. En definitiva, un conciertazo, a un nivel profesional. Si bien es cierto que la falta de años de experiencia hace que no consigan demasiado engagement en el público, con el tiempo harán bailar hasta la última alma de la sala.
Aquí os dejamos con su último álbum en Spotify.
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